
Pionera del cine feminista, Agnes Vardà es una de las máximas representantes de la Nouvelle Vague francesa que siempre cuestionó los vicios patriarcales del movimiento.
En la película acompañamos de 5 a 7 de la tarde a Cleo, una joven cantante que espera los resultados de unas pruebas médicas para saber si tiene cáncer. Partiendo de una mirada superficial y burguesa - “mientras seas guapa, estarás mucho más viva que los demás”, nos vamos adentrando en los temores, dudas y deseos más profundos de la protagonista con un Paris de fondo deslumbrante y a su vez inmerso en la crisis de la guerra de Argelia.
A lo largo del film, Vardà trasciende el clásico pasivo papel femenino al que hace referencia Berger (1977): “Los hombres actúan y las mujeres aparecen. Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se miran a sí mismas siendo miradas”
En las dos horas de espera que el espectador sigue casi a tiempo real, vemos como Cleo observa con una nueva mirada extremadamente sensible su alrededor y a sí misma, cuestionándose todas las creencias y valores que habían regido su vida hasta entonces. La superficialidad, la esclavitud de la belleza y juventud, la objetivación de la mujer, la falta de reconocimiento y el paternalismo quedan latentes a lo largo del film y Cleo irá tomando consciencia de todo ello mientras crece su angustia vital.
A través de la introspección de Cleo, Vardà nos hace reflexionar sobre la belleza, el amor, los temores y anhelos humanos.
En la película acompañamos de 5 a 7 de la tarde a Cleo, una joven cantante que espera los resultados de unas pruebas médicas para saber si tiene cáncer. Partiendo de una mirada superficial y burguesa - “mientras seas guapa, estarás mucho más viva que los demás”, nos vamos adentrando en los temores, dudas y deseos más profundos de la protagonista con un Paris de fondo deslumbrante y a su vez inmerso en la crisis de la guerra de Argelia.
A lo largo del film, Vardà trasciende el clásico pasivo papel femenino al que hace referencia Berger (1977): “Los hombres actúan y las mujeres aparecen. Los hombres miran a las mujeres. Las mujeres se miran a sí mismas siendo miradas”
En las dos horas de espera que el espectador sigue casi a tiempo real, vemos como Cleo observa con una nueva mirada extremadamente sensible su alrededor y a sí misma, cuestionándose todas las creencias y valores que habían regido su vida hasta entonces. La superficialidad, la esclavitud de la belleza y juventud, la objetivación de la mujer, la falta de reconocimiento y el paternalismo quedan latentes a lo largo del film y Cleo irá tomando consciencia de todo ello mientras crece su angustia vital.
A través de la introspección de Cleo, Vardà nos hace reflexionar sobre la belleza, el amor, los temores y anhelos humanos.